La astrofísica Jocelyn Bell (Belfast, 1943) acaba de ser investida doctora honoris causa por la Universitat de València por su trayectoria y por ser un referente para las mujeres científicas. Bell, que se siente muy agradecida por esta distinción, participó en el descubrimiento, hace 50 años, de la primera señal de un púlsar y es una entusiasta divulgadora científica: en dos años ha ofrecido 120 conferencias, a más de 20.000 asistentes y en 15 países.
Después de dos años peleando con cables y martillos para construir el telescopio adecuado y cinco kilómetros de papel en los que quedaban registradas las mediciones de las ondas de radio, que revisó concienzudamente, Bell asegura que fue ella la que dio con un centímetro donde apareció algo diferente, el púlsar. El hallazgo de Bell mereció en 1974 un premio Nobel para su director de tesis, Antony Hewish. La científica, en aquella época alumna de posgrado en la Universidad de Cambridge, se quedó sin ningún reconocimiento. “En mi país, hemos tenido que luchar mucho tiempo para conseguir la plena aceptación de las mujeres científicas pero las cosas están empezando a cambiar”, aseguró el pasado viernes en el Paraninfo valenciano sin olvidarse del enfado que le provocaba a sus 20 años que su director de tesis atendiera las entrevistas sobre los púlsares mientras a ella le preguntaban sobre si tenía novio, sus medidas o su color de pelo. La hicieron sentir como “un trozo de carne”.
En su reciente visita a Valencia, la astrofísica, presidenta de la Royal Society of Edimburgh, resaltó su preocupación por los efectos del Brexit que, según anuncio la primera ministra británica Theresa May, se consumará en marzo de 2019: “Escocia siempre ha estado muy unida a Europa y desearía quedarse. Pero, tristemente, el Reino Unido abandona la Unión Europea”. Bell teme las repercusiones que la salida tendrá sobre la investigación científica de su país.
Necesitamos saber mucho más de qué está hecho el universo, la cantidad total de cosas que hay, nos falta el 40%
Pregunta. Cuentan que no tiene inconveniente en gesticular o saltar sobre una tarima para explicar en sus conferencias cómo se formó el universo. Sus apariciones crean expectación. ¿Se hace hoy suficiente divulgación científica?
Respuesta. Se hace más que antes pero no es suficiente. El público tiene la sensación de que la ciencia está un poco loca. Algunas cosas que se dicen sobre el cambio climático no están debidamente fundamentadas por la ciencia. ¿Un ejemplo? Algunas de las cosas que ha dicho el presidente Donald Trump. Es necesario que la sociedad entienda la ciencia. No es solo cuestión de estimular su curiosidad e interés sino de engancharlos mostrándoles por qué la ciencia es importante para su vida.
P. Es un referente para las mujeres científicas. ¿Qué siente cuando en unos premios como los Nobel las científicas son eclipsadas por los hombres: solo dos mujeres han recibido el Nobel de Física desde 1901?
R. Una cosa que estamos aprendiendo sobre esto ahora es lo que llamamos sesgo o desviación inconsciente, donde hombres y mujeres, si hacen una valoración rápida de los méritos, dirán que el hombre se impone a la mujer, pero si miras más despacio y con más cuidado en la mayoría de los casos quizás veas que una mujer es mejor.
P. ¿Es una cuestión de educación?
R. No solo, está más dentro de uno mismo. Un buen ejemplo son las orquestas. Normalmente, para entrar en una tenías que ir y tocar frente a un jurado y las mujeres no eran seleccionadas. Ahora hay una pantalla que tapa a los candidatos cuando tocan. Por eso, en las orquestas hay hoy muchas mujeres. Cuando se hacen selecciones o promociones internas en las universidades, se ven las estadísticas y si hay una gran diferencia entre el número de hombres y de mujeres, se repasan para evitar caer en esa especie de sesgo inconsciente. Pero las estadísticas, los datos, revelan que todavía no somos iguales.
Los investigadores de allí recibimos mucho dinero de la UE, del Consejo Europeo de Investigación, y cuando se consume el Brexit, esto se parará
P. En las universidades hay muchas mujeres, pero la percepción social es que la ciencia es un campo eminentemente masculino. ¿Por qué?
R. Es una cuestión cultural del país. Tengo datos de mujeres astrónomas en todo el mundo y algunos países -Francia e Italia, por ejemplo- tienen muchas mientras otros países -Japón o India-, muy pocas. La capacidad de las mujeres francesas e italianas no es diferente de la de japonesas o indias. La participación de las mujeres en la ciencia tiene que ver con la cultura de su país no con su cerebro.
P. ¿Cree en las políticas de discriminación positiva de la mujer? ¿Deben hacerse o es forzar la situación?
R. Una no quiere forzar las cosas demasiado pero si no fuerzas un poco, no cambia nada.
P. Hay muchas mujeres médicas, farmacéuticas, químicas, matemáticas pero pocas físicas. ¿Por qué es tan impopular?
R. Mucha gente cree que la física es muy dura. En el Reino Unido hemos hecho bastante trabajo con las niñas en las escuelas, les hemos dicho “tú puedes hacer física”, pero nos hemos olvidado de preparar a la familia, a su entorno, que percibe la física como algo difícil, quizás imposible, y una cosa de chicos. Además de referentes como la Nobel Marie Curie, la sociedad necesita modelos normales, cotidianos para generar vocaciones científicas. Pasa también un poco con los chicos, pero no tanto.
P. Este año se cumplen 50 años de su descubrimiento de los púlsares o estrellas de neutrones. Dice que este campo de la ciencia se comporta como un adolescente. ¿Hacia dónde avanza esta investigación?
R. Digo que es adolescente porque de repente aparecen cosas sorprendentes, inesperadas. La investigación en torno a las estrellas de neutrones es importante por varias cuestiones. Una es que podemos usar los púlsares para comprobar las teorías de Einstein y otro es que los púlsares son muy pequeños, muy comprimidos, muy pesados y pueden darnos información sobre condiciones muy extremas de leyes físicas que no se pueden ver en ningún otro sitio. Nos está demostrando que hay materia entre las estrellas que no sabíamos que existía. Es importante para la humanidad que aprendamos los más posible sobre la naturaleza , pero entiendo que no sea lo que más le importe a la gente corriente, que regresa cada tarde a casa de su trabajo.
P. ¿Que avance científico reciente le ha parecido más fascinante?
La participación de las mujeres en la ciencia tiene que ver con la cultura de su país no con su cerebro
R. Para mí, la detección de las ondas gravitacionales, de la radiación gravitacional. Sabíamos en teoría que existían porque Einstein las predijo 100 años atrás , pero fueron necesarios 40 años para desarrollar una tecnología que permitiera medirlas y comprobarlas experimentalmente.
P. ¿Y para qué sirve?
R. A corto plazo puede parecer poco útil , pero a largo plazo si conocemos mejor la naturaleza, podremos utilizarla para mejorar nuestras vidas. Habrá efectos indirectos, que vendrán más tarde. Hace unos días hablaba con una colega con la que colaboré en estudios astronómicos, concretamente en los rayos gamma, que ahora se usan en la detección de explosivos y sustancias peligrosas en las aduanas. Esto ha sido 40 años después.
P. ¿Qué grandes desafíos tiene la astrofísica?
R. Necesitamos saber mucho más de qué está hecho el universo, la cantidad total de cosas que hay, nos falta el 40%.
Es necesario que la sociedad entienda la ciencia. No es solo cuestión de estimular su curiosidad sino de mostrarles por qué la ciencia es importante para su vida
P. ¿Destinan los gobiernos suficiente dinero para apoyar la investigación? El Brexit será un hecho en marzo de 2019. ¿Cómo les afecta a los científicos de su país la salida de la Unión Europea?
R. No conozco bien lo que pasa en España, así que hablaré del Reino Unido. Los investigadores de allí recibimos mucho dinero de la UE, del Consejo Europeo de Investigación, y cuando se consume el Brexit, esto se parará. Son miles de millones de libras al año. Hay una gran preocupación entre los científicos y las universidades. No solo por el dinero , sino porque hay muchos estudiantes e investigadores internacionales y la colaboración será mucho más difícil y complicada.
P. ¿Puede colapsar el sistema de investigación?
R. El Gobierno [británico] ha prometido a la comunidad científica que concederá el mismo dinero que otorgaba el Consejo Europeo, pero quizás esto solo sea el primer año.
P. ¿Y luego qué?
R. Pues eso, ¿y, entonces, qué? Es realmente molesto.
P. Ante los académicos valencianos, usted ha dicho que es un momento interesante para implicarse en los asuntos escoceses. Ha dicho que tras el Brexit, han vuelto a oírse voces a favor de la independencia de Escocia.
R. Si Escocia pudiera permitírselo, creo que sería bueno, pero los precios del petróleo caen cada vez más, así que no creo que pueda.