Todo en las oficinas de Golstats es fútbol. Decenas de programadores informáticos y matemáticos analizan durante horas las jugadas clave de este deporte en la sede de la startup, ubicada en Guadalajara, que ha aprovechado el auge de la industria tecnológica en el Estado de Jalisco(occidente de México) para crecer aceleradamente. Golstats se ha dedicado los últimos cuatro años a desarrollar herramientas tecnológicas que le permiten a los clubes de fútbol tomar decisiones sobre la contratación de jugadores o la estrategia para su próximo partido.
La empresa comenzó con un padre y un hijo aficionados al fútbol. Juan Andrés Sámano dejó la industria del aire acondicionado para seguir su pasión y representar a futbolistas en la liga mexicana. De la mano de su hijo Andrés, notó la necesidad de contar con información sustancial sobre los jugadores para analizar el mercado ante los clubes. “Se requería de información objetiva para buscar jugadores. Lo que hicimos fue una base de datos de vídeos de todos los futbolistas de México, con el fin de que si alguien estuviera buscando un jugador mexicano la consultara. Poco a poco nos metimos en el tema de estadísticas y empezamos a crecer”, cuenta Andrés Sámano, director de operaciones de Golstats.
Con una generosa colección de vídeos de partidos de fútbol, las posibilidades para Golstats se volvieron infinitas. El mercado de fichajes fue el primer objetivo. Con las métricas sobre las capacidades físicas de los jugadores, los clubes supieron lo que podrían pagar por uno de ellos. “Se analiza información para que los equipos reduzcan el riesgo al momento de comprar un jugador. Ellos invierten mucho dinero a la hora de contratarlo y con nuestras herramientas aumentan la probabilidad de éxito, de que sea una buena inversión y el jugador valga 10 veces más que cuando lo compraron”, explica Sámano.
Después ha llegado el análisis de partidos y sus jugadas clave. A través de la recopilación de datos Golstats puede hacer una radiografía sobre las debilidades y fortalezas de un equipo. También ofrece información sobre los rivales y sobre el juego individual de los futbolistas. Lo que antes tomaba horas frente a la televisión, ahora está a disposición de los clubes en segundos con un clic. La selección mexicana y todos los equipos de la liga mexicana de fútbol, excepto el club Veracruz, cuentan con esta herramienta que también proporciona una aplicación para el seguimiento personal de cada futbolista. “Los clubes han aprendido a sacarle provecho. A veces los técnicos son los últimos en utilizarla, la mayoría han sido jugadores y han tenido éxito dirigiendo, pero se les hace un poco difícil reconocer que pueden mejorar a través de la tecnología”.
El crecimiento de la startup ha sido al doble cada año desde su apertura en 2013. Algunos inversionistas se han acercado a los Sámano, pero hasta ahora la firma se mantiene como un negocio familiar con inversión propia. “Todo lo que es medible, es mejorable. Y la tecnología te permite tomar decisiones con base en conocimiento”, apunta Sámano sobre los objetivos de su empresa. El paso más novedoso de la startup ha sido incursionar en realidad virtual. Sus colaboradores se han dedicado a desarrollar algoritmos para replicar partidos y conseguir vivirlos a través de cualquier ángulo con las gafas Oculus. Esta herramienta permite el análisis detallado de las jugadas en primera persona y ofrece alternativas hipotéticas para que la estrategia termine en gol.
Además de México, Golstats tiene clientes en Estados Unidos, Argentina y Alemania. Su última jugada ha sido en Catar con The Aspire Academy, una cantera de jóvenes futbolistas que ya se preparan para la Copa del Mundo de 2022. Allí, a través de inteligencia artificial, la firma tapatía ofrece proyecciones sobre las características que deben tener los jugadores estrella. Sámano reconoce que entre los logros de su compañía están partidos ganados con estrategias sugeridas por sus herramientas y jugadores mexicanos que en poco tiempo consiguieron llegar al fútbol europeo. No dice nombres para mantener la confidencialidad, pero sonríe cuando habla de ello.