Vieron la oportunidad al comprobar cómo las máquinas eran cada vez más complejas en su diseño pero el mantenimiento se seguía haciendo “con llave inglesa y grasa”. Y lo hicieron, siguiendo una premisa básica en medicina: más vale prevenir que curar. “Queríamos escuchar las constantes vitales de las máquinas”, recuerda Alberto Conde Mellado, CEO de NEM Solutions, una innovadora firma que cuenta con una plantilla de 60 empleados y prevé cerrar este año con una facturación de 6,5 millones de euros.
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El año pasado rondaron los 5 millones. Entonces, cuando un tren abandonaba la planta de fabricación empezaba a rodar sin que nadie atendiera sus quejidos. De la mano de CAF en Beasain, donde trabajaba, Conde Mellado ideó la plataforma A.U.R.A. Algo que no se ve pero está ahí. Una aplicación que permite una gestión y análisis inteligente de grandes volúmenes de datos para detectar fallos y optimizar el mantenimiento de las máquinas.
INNOVALIA, FRABRICACIÓN CERO DEFECTOS
El Grupo Innovalia ha liderado el Digital Innovation Hub de fabricación cero defectos en su unidad en el Automotive Intelligence Centre (AIC), en Bizkaia, el primer Hub orientado al sector del automóvil.
Su principal objetivo es proporcionar a las pymes apoyo y ayuda en la implantación y evaluación de soluciones avanzadas de calidad. Es decir, aplicar la tecnología digital más avanzada, dar soporte al desarrollo de nuevos modelos de negocio digital, y lanzar nuevos programas de formación y capacitación.
Una iniciativa en la que se mezclan tecnologías como el Big Data, el Cloud Computing, y del Internet de las Cosas (IoT).
Y, en último término, ahorrar mucho dinero a los clientes. “Entonces, teníamos que convencer a las empresas para que quisieran cedernos los datos”, recuerda Iñigo Lazcanotegui, director de proyectos de Industria 4.0 de Tecnalia, que acompañó en el proceso de investigación y desarrollo de una tecnología puntera, que este año ha recibido el Premio Europeo de Innovación concedido por la organización EARTO. En la actualidad, monitoriza cada día 65.000 máquinas en todo el planeta. Desde su lanzamiento acumula millones de horas operativas de trenes y aerogeneradores. Es un archivo enorme del lenguaje de las máquinas en su quehacer diario.
En el sector ferroviario está instalada en el metro de Los Ángeles, en el tren Alvia que une Bilbao y Madrid, las unidades de Euskotren o en vagones que circulan por Nueva Zelanda. “Cada día nuestra tecnología controla más de 18.000 ruedas en los cinco continentes”, remarca Oihana Mendizabal, directora de servicios y relación con el cliente de la empresa guipuzcoana. A renglón seguido enumera las ventajas de este chequeo continuado. “Permite a nuestros clientes mejorar la seguridad de los pasajeros porque al anticipar los fallos tienen capacidad de aplicar antes las medidas preventivas. En concreto, somos capaces de aumentar el ciclo de vida de las ruedas hasta en un 30%”, detalla.
En el sector eólico la tecnología A.U.R.A. supervisa prácticamente todos los molinos de un gigante como Siemens Gamesa, que ha entrado recientemente en el accionariado. “Con esa magnitud de flota podemos estar hablando de un ahorro anual que se aproxima a los 2 millones de euros”. Permite planificar estrategias de mantenimiento predictivo, disminuir los costes operativos y de mantenimiento asociados a paradas no planificadas, en definitiva, aumentar la producción de energía y alargar el ciclo de vida de las instalaciones que monitoriza.
Esperan consolidar estos dos sectores y en un horizonte próximo, los responsables de la compañía, se ponen como reto ampliar el abanico dentro de la actual cartera de clientes. Algunos les han trasladado su interés para poder aplicar esta metodología preventiva a otras líneas de negocio, como autobuses o plantas fotovoltaicas. “Siempre con los pies en la tierra”, proclama Conde Mellado que recuerda que la compañía ha sido rentable desde el primer día.
En los últimos años, el tejido industrial está acelerando el ritmo de la digitalización. “Ha ido un paso por detrás de otros sectores, como el comercio electrónico o las finanzas”, señala Lazcanotegui pero “ahora nos faltan manos para analizar la ingente cantidad de información que recibimos”. Para el responsable de Tecnalia esta apuesta es clave para una mejor transmisión del conocimiento. “Antes quedaba apuntado en la libreta de un operario, ahora podemos modelizar y expandir ese conocimiento más rápido y favorecer la toma de decisiones”, asegura.
¿Hacia dónde se encamina esta progresiva digitalización? La tendencia indica que evolucionaremos de un modelo predictivo a otro prescriptivo. “Es decir, ya no será suficiente saber con anticipación que algo va a fallar, sino conocer el momento óptimo para repararlo”.