Hombres y maquillaje: cuando pensamos en este binomio, las imágenes que suelen venir a la cabeza son, cuanto menos, transgresoras. David Bowie travestido en Ziggy Stardust, Fabio McNamara marcando pómulo en La Edad de Oro, Prince con sombras rosas en la portada de Lovesexy o Marilyn Manson en la era glacial de Mechanical animals. Son imágenes rompedoras que coinciden en cuestionar la imagen tradicional de la masculinidad, una idea que ya ha calado en la sociedad. Lo demostraba a principios de este año el bloguero Manny Gutierrez, que protagonizaba una campaña de la firma de maquillaje Maybelline ubicada en las antípodas de la virilidad canónica.

Pese a todo, todavía son muchos los que creen que un hombre maquillado no puede ser viril, o que el maquillaje es necesariamente algo ostentoso y destinado a llamar la atención. Y se equivocan: en una década marcada por el crecimiento exponencial del mercado cosmético masculino, muchos hombres se maquillan a diario, y no para provocar o llamar la atención, sino simple y llanamente para tener mejor aspecto. La sociedad actual, que nos inunda de rostros perfectos por filtros de Instagram, penaliza una imagen ruda o descuidada. “Por supuesto, los hombres se maquillan mucho más de lo que pensamos”, responde el maquillador Antonio Romero, que trabaja para MAC Cosmetics en la agencia Ana Prado. El año pasado, el mercado global de la cosmética masculina facturó 50.000 millones de dólares (42.000 millones de euros). El crecimiento anual está en torno al 3,1%, tal y como señala Financial Times en un artículo que cita datos de Euromonitor y Mintel.

 

La actualidad le da la razón. El pasado 26 de agosto, la noticia de que el presidente francés, Emmanuel Macron, había gastado 26.000 euros en maquillaje durante sus primeros tres meses de mandato desataba las especulaciones. ¿De verdad cuesta tanto dar una imagen de naturalidad? ¿Cómo de complejo es el maquillaje que luce a diario un jefe de estado? ¿Está justificado el dispendio? “El maquillador de un alto cargo tiene que acompañar constantemente al político en todos sus viajes y actos a los que asista”, explica Romero. “Además, estos clientes están sometidos a un estrés muy alto que afecta al aspecto de su piel. Es importante que cuiden su imagen”.

El maquillaje de Macron, por lo tanto, es precisamente eso: un conjunto de productos destinados a darle un aspecto descansado y saludable sin llamar la atención. Es decir, algo que cualquier hombre puede utilizar si se atreve a adentrarse en el mundo de la cosmética y a asumir que el mejor maquillaje no es llamativo, sino natural, sutil e invisible.

Para principiantes: polvos de sol y corrector

Uno de los problemas a los que se enfrenta el hombre que quiera orientarse en el laberíntico mundo del maquillaje es precisamente ese: que es un laberinto. Las mujeres llevan décadas de ventaja en esa disciplina, pero pocos hombres son capaces hoy de diferenciar un sérum de una base, un limpiador de un exfoliador o unos polvos iluminadores del colorete. ¿Por qué productos deberíamos empezar? O, mejor dicho, ¿qué haría Macron? “En el caso de los altos cargos, siempre se utilizan productos de duración alta y con un acabado muy natural, con texturas ligeras y semimate”, apunta Antonio Romero. “El producto estrella entre los hombres sigue siendo el polvo de sol, para dar buen aspecto de forma sencilla. Eso sí, tiene que ser mate para lograr un acabado natural”.

Los polvos de sol (también llamados polvos bronceadores) tienen una textura transparente y ligera que hay que repartir de forma unánime por el rostro. Se aplican con un pincel o una esponja, dando pequeños toques, y es lo que vemos aplicar a los maquilladores con mucha prisa durante los cortes publicitarios de televisión, porque su textura mate elimina los brillos y refleja la luz sin generar un aspecto húmedo. Romero recomienda Bronzing Powder Matte, de MAC, pero hay muchos más. Lo importante es encontrar la tonalidad que mejor nos siente, para no parecer Valentino de vacaciones en Mallorca.

El otro producto clave, que cada vez más hombres utilizan, es el corrector, que elimina o disimula ojeras e imperfecciones y da al rostro un aspecto descansado y uniforme. “Eso sí, si queremos que no se note, hay que usar uno que tenga el mismo tono de nuestra piel, no uno más claro”, explica Romero, que menciona Mineralize Concealer de MAC (“queda muy natural y aporta mucha luz”, explica). Las principales firmas de maquillaje ofrecen productos de este tipo. Algunos están específicamente diseñados para hombre (como el Concealer de Tom Ford), pero la mayoría son por definición unisex: entre los más célebres está Touche Éclat de Yves Saint Laurent o Effacernes Longue Tenue de Lancôme, muy eficaz a la hora de deshacernos de esas ojeras que no entienden de género.

Para alumnos avanzados: base de maquillaje

La base de maquillaje es un tipo de producto cremoso, de textura ligera, que muchas mujeres emplean como primer paso de su rutina de maquillaje. Lo utilizan porque proporciona un aspecto uniforme a la piel y sirve como un lienzo para aplicar color o productos más complejos. Según Romero, cada vez más hombres se atreven a llevarlo, y con razón. “Muchos hombres no se atreven a usarlas porque piensan que dará un aspecto muy poco natural o que se notará que van maquillados, pero si se opta por una textura ligera o incluso una hidratante con color, no se notará que lleve nada y mejoraremos considerablemente el aspecto de nuestra piel”, explica.

Un término intermedio son las cremas CC, un invento consistente en una loción hidratante levemente pigmentada. Entre las más populares para hombre está la de Biotherm Homme (Total Recharge CC), que viene en formato gel (ya se sabe que los hombres lo preferimos a la crema opaca) y que genera un efecto buena cara natural y convincente. Se puede usar a cualquier hora, con una única advertencia: si te lo aplicas para salir por la noche, lávate la cara antes de meterte en la cama, porque podrías manchar ligeramente la almohada. Además, tu piel te agradecerá esta limpieza vespertina.

Para valientes: atrévase con el color

Si a estas alturas sigues pensando que los hombres no llevan maquillaje, te invitamos a recordar la pléyade de celebridades, actores y músicos que en los últimos años se han pasado al eye-liner negro, ese lápiz que da profundidad (y un toque de rebeldía rock) a la mirada: Johnny Depp en Piratas del CaribeJared Leto, Steven Tyler, Bill Kaulitz (Tokyo Hotel) y, en nuestro país, Mario Vaquerizo y Miguel Bosé, que no salen a la calle sin haberse aplicado este lápiz milagroso. “Yo creo que el ojo marcado en negro volverá con más fuerza aún, porque se están rompiendo muchas barreras y cada vez más hombres se atreverán a llevarlo”, vaticina Romero.

¿Cuál es el límite? ¿Acabará nuestro neceser siendo tan abultado como el de las chicas? “El maquillaje es como la ropa, te tienes que sentir cómodo con él y debe expresar tu personalidad, así que si te apetece que se note el maquillaje, ¡adelante!”, anima el maquillador. ¿Se atreve Romero a pronosticar cuál será el próximo producto que incorporaremos a nuestra rutina? “En un futuro, quién sabe si la barra de labios dejará de ser un producto exclusivamente femenino”.

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