La pasión por las bicicletas eléctricas (e-bikes) ha propulsado la transformación del sector y la aparición de nuevas empresas. El año pasado, por ejemplo, nacieron 56 firmas dedicadas a este negocio, que se unen a nombres que ya destacan en el mercado pese a su juventud, como Tucano, Mondraker, Polo, Biboo o Legend. Y aun cuando España está lejos de países como Suiza o Alemania en el uso de e-bikes, entre 2013 y 2016 las ventas en unidades crecieron de poco más de mil hasta superar el millón. La facturación en euros subió incluso más ya que se venden bicicletas cada vez más sofisticadas. En ese mismo periodo, los ingresos del sector crecieron de 1.270millones a 1.549 millones de euros, un 22% más.

Las e-bikes están tomando el relevo de las bicicletas convencionales, sobre todo para uso urbano. Mientras que las ventas de bicicletas de montaña y de carretera tienden a la baja, la demanda de bicicletas de ciudad va en aumento, sobre todo las eléctricas. Ante este cambio, muchos emprendedores han decidido probar suerte en el sector. En 2012, un grupo de amigos fundó en Barcelona Legend e-Bikes. Tres años después, otros emprendedores iniciaron en Bilbao Biboo Bikes, también centrada en las eléctricas. Otras firmas más antiguas, como BH u Orbea, han tenido que entrar en el nuevo segmento.

Monty, fundada en 1983 en Tarragona y muy centrada en bicicletas deportivas, lanzó su primera e-bike en 2004. Ahora tiene bicicletas de paseo, plegables y triciclos eléctricos. Fundada por Pere Pi, nueve veces campeón de España en motocross, trial y velocidad, y diseñador técnico de Montesa, la empresa empezó en el segmento deportivo para después pasarse a las eléctricas, un segmento, dice su director de marketing, Javier Santamaría, “que no ha parado de crecer a fuerte ritmo”. BH, una de las firmas más grandes del sector, con sede en Vitoria, hizo lo propio en 2008. Pese a que desde sus inicios ha estado muy ligada a la competición profesional, hoy dicen ser “referentes en la fabricación de bicis eléctricas”.

La mayoría de las empresas se sitúa en un segmento de precios medio o alto

Cada uno tiene su modelo de producción. En BH explican que hace años se fabricaba cada pieza de la bicicleta, “pero el mercado cambió y hoy centramos nuestros esfuerzos en el I+D”. Una tarea que lleva a cabo entre las oficinas centrales de Vitoria y la filial de California. “Los cuadros”, dicen, “los fabricamos cerca de nuestras oficinas en Taiwán para controlar su calidad; mientras hacemos el montaje y acabado de la mayor parte de las bicicletas en nuestra fábrica de Portugal para luego traerlas a la planta logística de Vitoria”. Otros se decantan por externalizar por completo la fabricación. “En Legend”, reconoce Sebastián Vilaplana, su director comercial, “ensamblamos pocas unidades. El grueso de la producción está en Asia”.

Lo que sí hacen casi todas estas empresas es innovar mucho, y esto les ha permitido hacer grandes aportaciones a las e-bikes. En Monty patentaron en 1985 el freno Monty-Power, con una mayor potencia. Tres años después sacaron la primera bicicleta de trial con frenos hidráulicos sobre la llanta y en 2013 diseñaron el primer cuadro de trial en monocasco de aluminio.

Casi todas estas firmas venden en el segmento de precio medio o alto. No tendría sentido hacer otra cosa, ya que el producto barato viene directamente de Asia. La clave está en la diferenciación. En Biboo, la directora de marketing, María Ribate, explica que su punto de partida fue la Biboo Gekko, “una fixie eléctrica [que no tiene piñón libre] con una estética cuidada, totalmente minimalista, tecnológicamente muy avanzada, ya que el sistema se conecta mediante bluetooth al móvil a una app que es gratuita y mediante la cual se puede configurar la bici al gusto del usuario, controlar el cierre de seguridad y el navegador”.

Exportación

Algunas firmas ya están bien internacionalizadas. BH, una de las líderes con 300 empleados, vende en 70 países. “Gracias a la apuesta por las bicicletas eléctricas y a su gran aceptación en el mercado europeo, la exportación supone ya el 75% de nuestra facturación”, explican. Y pese a que Biboo es una recién llegada, ya vende el 40% de su producción en Europa, sobre todo en Alemania, Francia e Italia. “Prevemos que en los próximos meses este porcentaje llegue al 50%”, dice Ribate. En Legend, otra novata, exportan el 40% a 10 países.

Pese al auge de las eléctricas, España está muy lejos de ser un gran mercado. Mientras que en Alemania, con el doble de población, se venden 500.000 al año, en España la cifra es de unas 40.000. “Mientras que en Copenhague el 50% de los desplazamientos son en bicicleta y en Ámsterdam el 24%, en España aún estamos en el 1,8%. Solo en algunas ciudades como Sevilla, Barcelona o Vitoria, los desplazamientos urbanos llegan al 7%”, dice Ribate. “Las ventajas de estos modelos en la ciudad son muchas. Además de contar con los beneficios de las convencionales, pueden ser utilizadas por personas con poca preparación física, permiten desplazarse de forma rápida y sin llegar sudando al destino. “No tenemos duda”, dice Vilaplana, de Legend, “de que las eléctricas no son una moda sino una revolución”.

 

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